miércoles, 19 de marzo de 2008

UNA CIUDAD LLAMADA PEREIRA... RECORTES DE SU HISTORIA

EL DIABLO EN PEREIRA
Tomado del Libro "Pereira" de Ricardo Sánchez A.
Colección Clásicos Pereiranos
No. 2. Año 2002.




Así como suena, queridísimos lectores. El Diablo estuvo en Pereira en "cuerpo y alma" y lo peor del caso, fue que se llevó al Mono Lotero.

El Mono Lotero "nadie recuerda cómo se llamaba", fue un carnicero muy bebedor y muy blasfemo que hubo en Pereira, pero hombre supremamente honrado. Sólo disponía de lo que ra suyo y supo conservar concólume el amplio crédito de que disponía entre negociantes de cerdos. Especulaba el Mono con gran provecho el oficio de carnicero y los cerdos que sacrificaba, siempre de la mejor calidad, y su legalidad en la "pesa", le proporcionaron siempre numerosa clientela. Terminaba el Mono muy temprano de vender sus "marranos" y desde ese mismo momento empezaba a beber de manera desordenada. Cuando estaba bien borracho, tenía por costumbre hacer "rechinar" los dientes, para asustar a los muchachos que se le acercaban, pero por lo demás, el Mono era perfectanente inofensivo. No obstante, cuando "cerraba la noche", si el Mono estaba bien borracho, blasfemaba de seguido en todos los tonos. Frecuentemente le mentaba la "madre" a San Juan, a San Pedro, a todos los Santos Apóstoles, a la Corte Celestial y a las once mil vírgenes. Ni la gente ni las autoridades le hacían caso, porque sabían que todo eso era cuestión de borrachera y que el Mono en su juicio era una gran persona, el más correcto de los ciudadanos y el más hábil de los carniceros...
Quien se acercada a la pieza donde vivía el Mono Lotero y viera lo que en ella había, nunca se llegaba a imaginar que en aquella tranquila habitación, donde se respiraba "olor de santidad" hubiera formado su guarida "semejante fiera"... La pieza estaba literalmente atestada de santos. La Virgen del Perpetuo Socrro, San José el de la "varita", San Jorge luchando con el dragón, San Miguel Arcángel, la Virgen del Carmen, San Pedro con las llaves, San Antonio con el "niñito", la Virgen de los Desamparados, etc., colmaban las paredes del modesto aposento, y por útlimo, para que nada faltara allí en cuestión de santos, el Mono Lotero vivía con una mujer llamada María Santos... En una de sus frecuentes borracheras el Mono se fue para su pieza ya muy entrada la noche. La pieza del Mono quedaba en el sitio de la calle 18 donde hoy funcioa el "Café Balbo". Llegó el Mono a su pieza y se encerrñi "trancando por dentro", como solía hacerlo siempre que iba borracho, incapaz de encotnrar el hueco de la cerradura. Aquella noche, a altas horas, el "comisario" de la esquina - el negro Lucas -, que aún está vivo y lo cuenta, oyó unos feurtes gritos en la pieza del Mono y se acercó a informarse de lo que sucedía. Entre los gritos entrecortados que el Mono Lotero profería, Lucas oyó claramente que decía: "¡Suélteme, por Dios!" Se oían carreras dentro de la pieza -dice Lucas Echeverry- y en una de llas el Mono tropezó en la "tranca" y la puerta se abrió de "par en par". Ante los ojos del negro Lucas se presnetó un cuadro aterrador. El Mono Lotero chorreando sangre de la cara llena de arañetazos, recorría la pieza a largas zancadas dando gritos de terror. Los santos en el suelo vueltos pedazos y todo en el más completo desorden. Entonces fue Lucas el que gritó y a sus voces acudieron algunos trasnochadores que estaban en el "billar de Juancho" que quedaba en la esquina próxima donde hoy es "Blanco y Rojo". Todos pudieron constatar que el Mono Lotero estaba herido en la cara, con los ojos inyectados en sangre hacía grandes esfuerzos por hablar sin lograr hacerlo de una manera clara. Señalaba a las paredes y al techo como queriendo explicar algo. Al fin, como saliendo de su ensimismamiento o como volviendo de un ataque, se restregaba los ojos y miraba a la gente con ojos de idiota. Ya calmado, se dirigió al negro Lucas y en todo airado le dijo: "¿No estás viendo negro pendejo que me iba a llevar el Diablo?...
El negro Lucas sostiene que eso fue cierto, porque todavía recuerda que cuando la puerta se abrió, sintió un fuerte color a "azufre"...
La llevada del Mono Lotero por el Diablo, fue tema de todas las vonversaciones por esapacio de muchos días...

2 comentarios:

Anónimo dijo...

DEFINITIVAMENTE EXCELENTE MIENTRAS L0 LEIA IBA VISUALIZAND0 Y L0CALIZAND0 L0S LUGARES QUE ALLÌ MENCI0NABAN E IMAGINAND0 TAL SITUACI0N L0GR0 ARRANCARME UNA GRAN S0NRISA.

Anónimo dijo...

me parece muy interesante conocer sobre la historia de pereira y sobre todo los grandes personajes que han sido leyenda para nuestra ciudad es super importante seguir este recorido por cada uno de los rincones en que transcurrio esta historia y ademas que sigamos indagando sobre lo que ha sido y que cambios han trasncurrido en la ciudad durante las diferentes epocas.